Picturizados

El otro día hablando con mi amigo Priego, me sugirió una tema para una nueva entrada del blog: ¿porqué no una entrada hablando de los picture discs que han salido recientemente? Pues recojo el guante…

Resulta que los picture discs – o discos ilustrados (el nombre me parece de un pedante terrible) – se remontan a los inicios del siglo XX, como bien reza la entrada de la wikipedia. No os quiero dar la brasa sobre su historia ya que para eso están otras webs más sesudas, pero es cierto que con el resurgimiento del vinilo como formato, las ediciones de colores, los discos splattered (salpicados) o los picture discs, disfrutan de una notoriedad nunca antes vista. Para los melómanos más sibaritas, un picture disc siempre se ha asociado a un audio de baja calidad. Queda claro que el proceso de fabricación afecta al sonido en si, ya que un picture no es más que un bocata de materiales sobre una imagen, por lo que las virguerías en la fabricación están limitadas al propio concepto. ¿Suenan peor que un vinilo normal? Mi experiencia me dice que si, aunque reconozco que los últimos suenan bastante mejor aunque, como otros señalan, quizá se deba a una mejor masterización del original (en el caso de reediciones).

Además, en el caso de la música electrónica, y más concretamente cuando hablamos de pinchar vinilo, el uso de picture discs es más engorroso, en mi caso los encuentro difíciles de pinchar por su extremada rigidez y por lo difícil que resultan a la hora de buscar el surco, algo de lo que también adolecen las ediciones en color. Soy de la opinión que el vinilo (para pinchar) ha de ser negro, a juego con el oscuro ambiente de cualquier sala que se precie (y a ser posible de 12 pulgadas).

Pero…

¡Ah!, siempre hay un pero. Y el pero es el coleccionismo. Mi lado coleccionista trempa cuando aparece una edición «rara». En esta categoría entran cosas como los 10 o 7 pulgadas, ediciones en color, tipo splattered o marbled, discos con formas raras y, como no, los picture-discs. Uno de los primeros que adquirí, reconozco que de una manera algo compulsiva, fue el primer Bzrk, en una época en la que los discos de este tipo no eran muy habituales.

Me resultaba hipnótico ver girar el disco en mi Technics Acoustic Control. Mi éxtasis adolescente, la calidad musical y lo majestuoso de lo visual, eran la combinación perfecta. Poco después salió el tema por Pengo y dejé de pincharlo, y sólo volvió a salir de su funda (¿?) para exhibirlo en fiestas puntuales. Y es que creo que ahí está el punto de los picture discs: exhibirlos. Algo habitual en discotecas particulares es ver expuestos los picture, muchas veces en los marcos de una famosa empresa de muebles nórdica (por no decir Ikea) sólo para un disfrute visual, una evolución del placer de husmear las portadas, reconocido como uno de los mayores placeres del coleccionista vinílico, un todo en uno. Difícil de entender por alguien que nunca ha adquirido un solo vinilo.

La actualidad

Pero la excusa de esta suerte de historieta es comentar que últimamente, nuestros pedidos vinílicos suelen venir surtidos de varios pictures. Especialmente activo está el colectivo Kowa, responsable de la manufactura de varios de los últimos picture que se han incorporado a mi colección (y otros que no, pero no por ganas). Especialmente reseñable por lo inédito, es el último vinilo del sello Ruffneck Records.

Un disco cuyo elemento musical ya es suficiente excusa para su adquisición, ya que incluye una destacable cara B, pero que creo que «gracias» a ser un picture con el logo del sello, incluso en dos «sabores», ha hecho que el público Gabber agotara el producto en cuestión de horas. Algunos incautos como un servidor dejaron pasar la oportunidad de comprarlo por considerar (en mi caso) que pagar la pasta del vinilo y el porte era caro, a pesar que en el momento de escribir estas líneas, semejante vinilo se vende por no menos de 100 pavos en Discogs. La locura (y la especulación).

No todo es Ruffneck

Otros ejemplos recientes incluyen la picturización de reediciones o compilaciones de temas «antiguos», como el picture de Point. 44 de Demonax, vinilo que jamás vio la luz por el sello de Jordens y del cual existen pocos white labels y menos ediciones con portada (algunos dicen que apenas 10). Un vinilo que recupera temas que sin duda merecían ser planchados en el formato sónico por antonomasia. Además, la gente de Kowa ha «resucitado» el sello Gabberhead, con un fantástico vinilo (tiene una cara A espectacular), sello que parecía apostar de manera exclusiva por el formato digital (con un excelente catálogo por cierto), pero que afortunadamente, tiene una suerte de sampler en este vinilo realmente destacable.

Por último, otro que se ha subido recientemente al carro de producir y planchar vinilo es el gran Rob Fabrie, resucitando su célebre alias Dj Waxweazle. Su sello nuevo, Waxwzl Records (imagino que no pudo recuperar el nombre de ID&T de su marca original) se inauguró con un llamativo picture que también se agotó en seguida. Incluso Rob Gee, con la excusa de celebrar 25 años de su «Ecstasy, you got what I need» o Megarave Records han planchando sus respectivos picture discs. A continuación os dejo una galería con sus espectaculares diseños.

The Third Movement

Otro sello que recientemente se ha apuntado a las reediciones de clásicos es el de Mr Sebas Promo, con sendos picture discs de dos de sus sagas más icónicas en The Third Movement como son una selección del celebrado álbum de Promo «Last man standing» o una selección de la saga Ltd de Catscan que resultan en este «Catscan classics». Difícil poner una pega al contenido sónico de ambos vinilos, puntales del sonido millenium y desde mi punto de vista, verdaderas obras maestras de estos dos productores holandeses, Promo y Catscan. No me extrañaría que viniesen más, dado el éxito de ambos.

Los icónicos

No me gustaría acabar la entrada sin recordar algunos de los más icónicos picture discs que han marcado la historia de los coleccionistas de vinilos (al menos la mía), de sus sellos y de sus artistas.

Detrás de semejante terror musical se encuentra ni más ni menos que PCP, aunque su mayor mérito es haber aparecido en un Thunderdome y de haber sido pinchado en Lloret de Mar incontables veces. Mediocre tema que queda para la posteridad en este picture de una sola cara.

El final de una serie de vinilos experimentales dentro del género. Su «Nightmares are reality» es todo un clásico del estilo, pero merece la pena escuchar el resto, incluyendo este picture de la genial formación alemana C-Tank.

El sello de Weirdo no se quedó sin su picture de remezclas para celebrar su décima entrega. Un disco de remixes con un artwork sensacional… ¡y vaya remix de Buzz Fuzz!

Otro sello de ID&T, en esta ocasión capitaneado por The Prophet, lanzó su linea Limited que empezó (y casi acabó) con este picture disc que tiene excelentes temas de la época más productiva (y Happy Hardcore) de Dov.

Otro de los picture que causó sensación en la primera época del que más tarde llamaríamos Millenium Hardcore, con temas que triunfaron y de qué manera en España. Podríamos decir que fue la carta de presentación de Endymion, y uno de sus últimos hits antes de tomar otros derroteros.

El final de Bloody Fist, el enorme sello australiano, hogar de los irreverentes Nasenbluten, tuvo forma en este original picture disc que además viene cortado con la forma del puño sangriento. Espectacular final a un sello absolutamente imprescindible para entender como se las gastaban en nuestras antípodas.

Y qué decir de este «reloj». Qué decir de esta calavera. Probablemente el mejor año del Gabber holandés (en mi opinión), con producciones de un Dreamteam en pleno apogeo, en un par de megamixes que a muchos marcaron, y en un picture con un diseño que muchos calificamos como uno de los mejores diseños de un Thunderdome. Decidieron poner números romanos en la cara B, lo que ha provocado que los orgullosos poseedores de éste vinilo lo utilicen para recordar la hora en sus habitaciones. Se hicieron otras versiones, pero ésta es la más icónica de todas ellas. Vinilo imprescindible… y caro.

Picturízate

Así que ya sabes, como dije, uno de los efectos colaterales del resurgir del vinilo, la resurrección de los picture discs, los vinilos ilustrados, vinilos que además de ser escuchados, merecen ser vistos, expuestos, compartidos, comentados. No pasa el tiempo por ellos, son atemporales… hasta que les pones la aguja encima.