25 Years of The Baszdrome

Un día de esos tontos, echando cuentas, descubrí que este año, mes arriba, mes abajo, The Baszdrome cumplía la nada desdeñable efeméride de 25 años. Las bodas de plata. The Baszdrome, convertido hoy en el blog que usted está visitando en éstos instantes, llegó a ser el primer portal de internet dedicado exclusivamente a la difusión, ya no solo del sonido Hardcore, si no a la cultura Gabber en general, movido por el deseo de compartir su pasión por el Hardcore y, además, encontrar a gente afín a sus gustos. Hablamos de 1998, con la música Makina en su máximo apogeo y con una España aún alejada de la cultura Gabber. The Baszdrome pasó a ser un foto de internet, gracias al contacto con Gabbers esparcidos por el mapa nacional, con ganas de hacer cosas y disfrutar de una pasión común.

Conocí a Baszmo en aquél lejano ya, año 2004, gracias al amigo Prg, y con The Baszdrome en pleno apogeo del movimiento Hardcore que había en Catalunya y varios puntos del país. Con el tiempo, tras muchas charlas pre/post fiestas, descubrimos que, además de conocer el Hardcore en la misma época, teníamos muchos puntos en común. Habíamos frecuentado mismos lugares, tiendas de discos, mismas inquietudes musicales, gustos afines y, básicamente, habíamos tenido vidas paralelas. Esas cosas, lo crean o no, unen.

Gracias a él y a la comunidad que había creado, pude conocer a gente afín a mí, con una misma pasión, grandes fiestas, la oportunidad de poder formar parte de ello y, sobretodo, grandes amigos.

The Baszdrome fué, en una época, muy importante para mí, y es por eso, que le propuse al amigo Dani, entre coñas y mandangas, hacerle una entrevista que, finalmente, acabó en una charla entre amigos, pero siempre con el objetivo de homenajear no sólo a The Baszdrome y a todos los que aportaron y lo hicieron posible, si no también al amigo Dani, por haberlo hecho posible y por seguir con esa misma pasión intacta a día de hoy, lo cuál ya es de admirar.

Agradecerle infinitamente su tiempo, su hospitalidad y su amistad. ¡¡A por otros 25 años más y que yo los vea!!

El postureo (o no) del Dj

Hace un par de día me encontré por las redes un video que habla de la figura del Dj a través de varios nombres ilustres de la escena. El video está en inglés pero tiene partes en Alemán por lo que igual necesitáis activar los subtítulos.

Hay una parte que me ha llamado la atención, y es la de a partir de (más o menos) el minuto 13. Nada menos que David Guetta hace un alegato sobre la figura del Dj pero también de la gente que asiste a según que eventos. Viene a decir un poco que hay Djs que están más pendientes de hacer su set pensando en Instagram que en el público que ha ido a verle. Pero lo más hilarante, en mi opinión, es que ese mismo público está grabando el evento más que disfrutarlo; «nadie baila» incluso dice el productor y Dj francés.

Es curioso que sea él el que suscite tal debate, ya que él mismo reconoce que suele compartir mucho material en redes. Otros en el mismo video reconocen lo mismo, como es el caso de Amelie Lens. No obstante, ésto no es algo exclusivo del circuito más EDM o mainstream, sino que es algo que observo en los perfiles de artistas de todo tipo de estilo, incluido el Hardcore.

He tratado de alejarme de las redes sociales lo máximo posible, pero muchas veces me es imposible ya que en muchas ocasiones te enteras de cosas interesantes solo a través de éstas: pre-orders, eventos, etc. hace difícil al aficionado desentenderse completamente si se quiere estar al tanto de lo que pasa en la escena. Pero eso, me «obliga» a ver ese tipo de videos de artistas en festivales, que no hacen más que mirar a cámara y ni siquiera están atendiendo al público cuando llega el drop. Sí, son pocos segundos, pero evidencia que hay algo ahí que no funciona. El Dj pasa más a ser un bufón que un artista. Máscaras, atuendos raros, disfraces, microbikinis… incluso veo Djs que jamás pre-escuchan, lo que suscita la siempre incómoda pregunta de si son realmente sets pregrabados, o tan preparados al milímetro donde la improvisación no cabe.

Todo Dj que se precie dirá que jamás prepara un set. Obviamente, hace su trabajo inútil, por lo que reconocerlo sería pegarse un tiro en el pie. Pero por ejemplo hace no mucho Deadmau5 reconoció que no es tan extraño.

Es cierto que cuando hay una producción visual o pirotécnica donde la música y al artificio de turno requiere de cierta sincronización, no cabe la improvisación. Un ejemplo fue el set de Promo en la sala principal del Thunderdome 25 (ya hubo cierta polémica entonces).

No entro al ridículo de algún que otro video donde se ve al Dj manipular una mesa completamente desconectada, o el toqueteo epiléptico de los faders sin que se aprecie cambio en la música alguno, o el pavoneo cual gogo de algunas féminas. Pero, ¿donde queda el arte del Dj? Especialmente en aquellos casos que el DJ no pone siquiera su propia música. ¿Se han convertido en mero espectáculo circense? ¿La música deja de ser lo importante, el arte de la composición de temas, de empalmes, de transiciones queda en segundo plano?

El Dj antiguamente era el típico chaval, normalmente un camarero del garito de turno, que prefería poner música que copas. Se situaba en el fondo del local en muchas ocasiones sin ni siquiera ver qué pasaba en él. Luego fueron ocupando posiciones más prominentes, pero para ver qué pasaba en la pista y poder interactuar con ella. Esa es para mi la principal gracia del Dj, la persona que sabe leer una audiencia y darle lo que quiere, sin perder ese punto de adoctrinamiento. El Dj debe insinuar nuevo material a su gente, probar e incluso dirigir a su audiencia a cierta incomodidad, siempre controlando que no se le vaya de las manos.

Probablemente todo esto aplica más al Dj de club que al de eventos, donde quizá tienen menos capacidad de maniobra, ya que el público que va a a ver a determinado headliner quiere escuchar sus temas más icónicos. Djs que repiten el mismo set una y otra vez. Pero no puedo dejar de pensar en ese chaval que empieza a tener curiosidad por la figura del Dj, como me pasó a mi cuando tenía 14 años y empezaba a salir. Me quedé prendado del oficio, y me daba absolutamente igual si aquella persona tenía o no notoriedad. Me fascinaba lo que hacía en la oscuridad de aquella cabina, como manipulaba la música, como se la hacía suya, como la gente reaccionaba a su mezcla, a su selección musical. El público levantaba los brazos, muchas veces al cielo, sin importarnos dónde estaba el Dj. No digo que ahora la gente no desfase igual que antaño, pero si alguien como el Guetta dice algo así será por algo. O quizá solo pase en determinados ambientes y ésto solo es una reflexión de un señor mayor que apenas sale.

Y vosotros, qué pensáis?

Un poco de bit

Hoy la excusa que he encontrado para esta entrada ha sido un poco catálogo de mi colección. Cualquier coleccionista que se jacte de ello, sabe que coleccionar no es solo ir acumulando cosas, se trata también de disfrutarlas, de tocarlas, de olerlas… de pincharlas, como el caso que nos ocupa. Y es que resulta que el otro día me dio por sacar a pasear los vinilos que poseo de un sello Barcelonés que tuvo su momento de gloria allá por los últimos noventa; hablo de Bit Music.

Bit Music es un subsello de Divucsa, sello discográfico que segun reza Discogs se organizó a mediados de los ochenta y tocaba todo tipo de estilos, desde Manolo Escobar a Mari Trini con sus baladas a Hardcore. Bit music nace como subsello precisamente para canalizar ese producto más electrónico que se iba perdiendo un catálogo de lo más heterogéneo. Es cuando en 1994 nace el sello y empiezan a chorrear los recopilatorios y vinilos maxi-single. Inicialmente fueron sobre todo licencias de grandes éxitos de difícil alcance para el público local español – cabe destacar que España ha sido uno de los paises que más ha licenciado material de importación, haciendo accesible ese material de otra manera inaccesible al público general, y al DJ de dormitorio en particular.

Allá por 1995, el fenómeno Maquina (con Q) empieza a virar a la Makina (con K) y es especialmente desde Barcelona y Cataluña, donde se empieza a gestar un estilo más rápido que lo se importaba desde otras partes de la península, especialmente la zona de Madrid y Levante. Los bpms suben, las contras se hacen más marcadas y empiezan a sonar más melodías. Djs ilustres de la zona de Cataluña tienen gran parte de la culpa de que ese sonido germine y se popularice, sobre todo en salas de extrarradio, naves gigantes que se convierten en macro-discotecas, salas pequeñas que se extienden por el territorio cual mancha de aceite. Veníamos de la época del Euro Dance y las cantaditas y la gente demandaba algo diferente. La Ruta del Bakalao ya era un concepto vilipendiado y denostado, había que crear la nueva gran cosa. La Makina vino para establecerse como un estilo casi hegemónico en las discotecas catalanas, y esa demanda la aprovechó Bit Music (junto a muchas otras) para reemplazar esas licencias europeas por producto propio.

Llega 1996 y por Bit Music ya empezaban a pasearse unos, por aquellos tiempos, no muy conocidos Julio Posadas y su fábrica de éxitos (que antes ya había creado fantásticos temas en Max Music), los Sistema 3, los hermanos Escudero, Dj Konik, Jordi Robles (como K-psula o sus múltiples alias), Bolo y Uri… y un tal Gerard Requena (entre muchos otros). He separado a Gerard del resto ya que en mi humilde opinión, Gerard hizo grande a la Makina, la llevó a ser un estilo más trabajado, más complejo, más arriesgado si cabe. No cabe duda que parió infinidad de temas que hoy son considerados clásicos del género, y entendió perfectamente que debía también ponerse producir a jóvenes talentos que tenían en Gerard a la perfecta mano ejecutora. Bit Music fue una de sus múltiples casas discográficas y en ella produjo infinidad de temas legendarios, de los cuales es difícil elegir solo uno…

Sé que no soy el único en considerar a Gerard Requena el mejor productor de Makina de todos los tiempos. Hasta que llegó otro productor que tomó el testigo de Gerard. Se puede decir que fueron contemporáneos, pero su éxito llegó separado en el tiempo. Hablo de Ruben Moreno a.k.a. Dj Ruboy. Ruboy hacía gala de un nivel de producción similar al de Gerard si bien, en mi opinión, quedó un peldaño por debajo en cuanto a originalidad. No obstante ambos contribuyeron a que la Makina llegara a ser un estilo que no solo éran melodías infantiles, segun sus detractores. En la última etapa de la Makina, empezaron a abusar de samples de Hardcore, empezaron a producir más Jumper… y llegó el Flying Free. Si, por Bit Music (no podía ser otro). Probablemente sea considerado el principio del fin de la Makina. Creado por Ruboy y los hermanos Escudero, supuso un éxito sin precedentes en el estilo. Gustaba a makineros y a no-makineros por igual, casi un éxito Pop. De hecho se ha institucionalizado, como antes pasó con el «Smile» de New Limit o el «Get it up» de Sensity World. Temas que trascendieron al estilo.

Ese éxito, hizo que mucha Makina posterior usara la misma fórmula vocal, hasta quemarla. La Makina empezó a ser expulsada de su hábitat en favor del Hardcore. Muchos de sus productores se cambiaron al Hardcore y otros se fueron a producir otros estilos, pero muchos de ambos con algo en común: les faltó tiempo para renegar de sus tiempos makineros y rajar a base de bien. Incluso recuerdo cuando se escondía la Makina bajo otros nombres. Simplemente lamentable. Ah! Muchos de esos que salieron echando pestes de la Makina hoy viven de ella, de remembers. ¿Qué cosas eh?.. pero esa es una historia para otro día. Quien sabe, quizá fue que tres años largos fueron más que suficientes (1996-1999) para el estilo y había que reinventarse. El estilo siguió hasta prácticamente 2003, pero ya por aquellos días, empezó a resultar residual en las discotecas. Incluso Bit Music tuvo que reinventarse y enfocar su catálogo al Hardcore…. Hardcore Come Back… os suena?

¿Y todo esto a que venía? Ah calla, que si, que saqué mis discos de Bit Music para limpiarlos, para etiquetarlos y pincharlos un poquito. Y claro, son unos cuantos y empecé a pincharlos… y me dije, ¿y si lo grabo? La primera tacada de vinilos se pincharon sin grabar, pero sí he grabado la segunda y tercera. Si has llegado hasta aquí, te dejo a continuación esas dos sesiones, totalmente improvisadas de pinchaje vinílico de pura Makina. Las iba a guardar para mí, pero oiga, me lié y todo ha acabado en esta entrada que estas acabando y esos dos mixes. No sé, mucha gente reniega de sus orígenes, pero yo me pegué grandes fiestas con muchos de esos discos, y los he pinchado hasta la extenuación (como así atestigua el sonido de algunos de ellos). Llámalo placer culpable, pero oiga, disfrutado y compartido queda. La entrada y el testimonio musical. Disfruten.

DJ BaszManiak – Bit Music mix (parte 2)
DJ BaszManiak – Bit Music mix (parte 3)

Bye bye 2021

Tras el anterior balance anual, y casi a modo de tradición de este humilde blog, me permito repasar el año que acabamos de dejar atrás, el año 2021. Una de las métricas que utilizo para ver si ha sido bueno o malo, al menos en lo que a mis gustos se refiere, es el número de vinilos que he adquirido (una métrica completamente arbitraria por otra parte): se acerca a la setentena, lo cual pese a ser un número que en pleno año 2021 puede parecer poco, es relevante dado el nuevo interés que despierta el formato plasticoso y friki por excelencia en el mundo de la música. Son menos que en 2020 y 2019. No lo considero malo, pero es cierto que la tendencia es a la baja… a tener en cuenta.

Uno de los sellos más relevantes de este pasado año sigue siendo Prspct. Siguen apostando fielmente por el vinilo tras su abandono de su catálogo fragmentado en sub-sellos, ofreciendo el mismo abanico de opciones que ya ofrecía hasta ahora, desde el Hardcore Industrial, al Drum and Bass más duro. Celsius, Strange Arrival, TOA, Akira, Limewax (con un disco de remixes espectacular), Warr (y su breakcore metalero) o los álbumes de Detest (muy bueno) o Deathmachine (espectacular y variado), son parte de su catálogo en este año pasado. Mi más sincero apoyo a la iniciativa sónica de Thrasher desde Rotterdam.

Otro de los nombres relevantes de la escena, Thunderdome, se ha dedicado no solo a devolvernos el tradicional recopilatorio (del cual hablé en la anterior entrada) sino también a recuperar una suerte de sello donde irán editando material exclusivo. Se han juntado con nada menos que gente como Dither, N-Vitral, Promo u Ophidian. Desde mi punto de vista, es éste último con su álbum Call of the void el que se ha llevado el gato al agua, aunque seguramente no sea el que más se reproduzca en las principales plataformas de streaming. No obstante, Ophidian sigue fiel a su estilo, a su forma de producir, y nos regala varios himnos, más allá de su tema usado en el anterior Thunderdome, que resultan interesantes para el público más comercial y underground a la vez. Nada fácil, pero conseguido por el tito Conrad. Esperemos que siga así.

Dos sellos «grandes» holandeses tambien han contribuido generosamente al catálogo disponible de este 2021. Masters of Hardcore, que despide el año con su habitual y «objetivo» Top 100. Para sorpresa de nadie, Angerfist copa su Top 100 y mete varios de sus temas en el Top 10. Su ciclo de releasing ya cuadra perfectamente con la edición de este Top, lo que hace que sus temas estén frescos en la memoria colectiva de su fandom. Ya solo editan digital, pero desde luego cuentan con infinidad de seguidores y sigue siendo, con permiso de Thunderdome, la marca que más exporta el sonido holandés, con Angerfist, Tha Playah, Miss K8, los españoles Broken Minds, Furyan o Deadly Guns a la cabeza. Sirvan estos dos ejemplos, el obligado número uno para los acólitos de MOH y un tema de N-Vitral que a mi me ha parecido decente dentro del catálogo de la cabra.

El otro gran sello holandés, el capitaneado por Promo, The Third Movement y su división Heresy, también nos han entregado cosas interesantes. De hecho, este último sub-sello, Heresy, nos ha traído de vuelta al gran Embrionyc, uno de los más talentosos productores alemanes. Siempre es una muy buena noticia que productores como él recalen en sellos de más difusión que otros más nicho como Dark.Descent (sin desmerecer). También han editado el álbum de Djipe, al cual todavía no he podido dedicarle el tiempo que requiere. El material de este hombre no es lo que se dice easy-listening, pero siempre resulta interesante.

Por el sello digamos padre, TTM, han editado cosas tan interesantes como el último trabajo de Void Settler. Lo poco que he podido catar, sin duda me deja con ganas de echarle un oído al vinilo en condiciones, puro sonido Void Settler, siempre inclasificable. Además de algún temilla suelto de Promo (no ha sido su año), encontramos a Detest, a los antes mencionados Djipe y Embrionyc, Penta o al español The Empire, Hysta (que es como el gran fichaje del sello, no sé bien porqué), Nanostorm (buenos temas si señor) o Iridium, un fichaje que también destacó el propio Promo en la entrevista que le hicieron recientemente los amigos de Oblivion Underground. Tengo la sensación que TTM no está cómoda jugando a agradar a ambos lados del espectro del Hardcore, y eso la deja en una tierra de nadie que otros juegan más a placer (MOH por un lado y quizá Prspct por el otro). No obstante, siempre es un sello a tener en cuenta.

UK Hardcore

Otro de los sellos que siempre tengo puesto en el punto de mira es Deathchant. El sello de Cobby llega ni más ni menos que al número 100 de su catálogo en plena forma, especialmente el mismo Hellfish, demostrando que el confinamiento ha hecho que entregue unos cuantos temas, no ya sólo en su fantástico King of the Ironfist, sino en su reciente Now that’s what I call Hellfish vol. 5. Y es que este sello merece su propia entrada de blog (me comprometo a ello) ofreciendo un repaso por su dilatada trayectoria, referencia del sonido inglés y cuna ya no sólo de Hellfish, sino de muchos otros productores de renombre de la escena, incluyendo a los ahora omnipresentes The Dj Producer o Dolphin entre otros. Ah! y siempre apostando por el formato vinilo, ni os cuento como me hallo solo de pensar en echar el guante a esa edición especial para el número 100. Mientras tanto, os dejo uno de mis temas favoritos de su último álbum.

Y antes de ponerme a repasar más cosas y como estoy hablando de UK, os recomiendo si no lo conocéis, que le déis un repaso a la discografía del señor Alan Reeves, más conocido como Micron. Todavía me estoy recuperando de lo épico de Icarus, su último álbum por Irrational Impulses, sello que lleva él mismo y en el cual edita su material más personal.

Micron es uno de aquellos productores que hace lo que quiere y se nota. Su material se editó antaño por sellos como Psychik Genocide o Deathchant entre otros, pero es en su sello, donde podemos encontrar su material más íntimo, lejos de convencionalismos, influido por todo tipo de sonidos y nada encorsetado. Algo que se agradece hoy día, donde lo habitual es encontrar temas «fórmula», donde todo suena muy similar. Una pena que todo su material no se edite en vinilo. Os lo recomiendo, de veras. También os recomiendo que echéis un ojete al proyecto de Joe ET, Oblivion Underground, donde además de editar vinilos, ofrecen su show con él mismo y Dolphin además de numerosos invitados, lo cual lo hace especialmente interesante.

¿Y el Gabber?

Con respecto al mundo más Gabber, hay que decir que se sigue editando en vinilo. Como destacados, el disco de Gabberhead tiene una pinta espectacular. El señor X-Fly sigue empeñado con su proyecto Gabbadome, con un último vinilo de Zirax realmente bueno. Ruffneck sigue editando en vinilo, su icónico picture-disc y el disco del ucraniano Kirlian. Mokum sigue también editando material, más en digital que en físico, pero merece la pena escuchar lo que incluyen los dos vinilos del recopilatorio Fucking Hardcore 13. Espectacular la remezcla de Formek del Quantum Theory, además de incluir la colaboración de los compatriotas Rottencore y Greensequence. Buen trabajo. Además, y no puedo más que alegrarme por él, mi tocayo Gabberfucker ha editado dos referencias por Gabberhead y una por Mokum. No están en vinilo, pero no tardará, ya que desde luego su sonido bien lo merece. Ha sido un gran año para él, y para nosotros por poder disfrutar de su material. Os dejo uno de sus temas que más me ha hecho tilín.

Kowa sigue apostando por seguir editando en vinilo, ya no solo para llenarnos las maletas de pictures, sino por reeditar temas antiguos de Dwarf, Babyboom, Forze, Rob Gee… una mina desde luego que muchos coleccionistas agradecemos, incluyendo un vinilo Back in Time con temas nuevos que incluyen un tema no editado de Predator (solo visto en un Thunderdome). También Waxweazle vuelve al ruedo con la edición de su sonido de antaño en vinilo; no son sus mejores temas pero oye, tienen su aquél. SODOM ha editado un par de vinilos este año también… ¿dije en algún momento que me mola mucho el rollete de Desolation? Haga lo que haga, lo peta. El vinilo por Komum es buenísimo. También me ha molado mucho el último disco de Tripped por Hong Kong Violence, aunque he de reconocer que lo que ha editado últimamente por Madback también me tira. Por cierto, uno que colabora con Tripped en Madback es [KRTM]… qué decir de su álbum, probablemente de lo mejor del año (hasta el video quita el hipo).

Hemos tenido vinilo de Epiteth, y los amigos de Toolbox, se han empeñado en rescatar temas Frenchcore (el auténtico) e Industrial olvidados y plancharlos por Hardcore Industrial Crew. Merece la pena mencionar la labor de los distribuidores como Toolbox, que son vitales para que el Hardcore en el 2021 siga llegando a nuestras maletas con la calidad que estos discos atesoran. Un diez para ellos. Ah! Y desde Synderesis, el último de Taciturne en vinilo azul chicle, desde luego, no debe quedar mucho del productor alemán por recuperar… Y una última mención para la iniciativa de Aneurysm Recordings, donde prometen incluso editar un vinilo de Disciples of Belial este 2022… casi nada. De momento, 2021 les ha visto nacer con un vinilo que no está nada mal.

Como veis, a pesar de empezar diciendo que no había mucha cosa este año, me he explayado lo mío. De hecho me he dejado cosas por contaros (Scuderia me viene a la cabeza ahora mismo), pero merece que vosotros indaguéis en el maravilloso mundo de las redes sociales, bandcamp y youtube. Es cierto que hay mucha basura, mucha música de usar y tirar, pero siempre hay joyas que resistirán el paso del tiempo y que merecen la atención aunque sea de este humilde blog… y más si están editadas en formato físico. Y tu, ¿Qué canción, álbum o artista crees que ha destacado este pasado 2021? Ah! Y feliz año…

Thunderdome 2021

Siempre está bien hablar mucho de Thunderdome, probablemente la marca más vanagloriada de la escena jarkoriana (también me asegura alguna que otra visita al blog «accidental»). Es una buena noticia para todos nosotros que una marca como Thunderdome haya regresado al terreno de la edición musical. Y es que en estos últimos años Thunderdome, había sido considerada por muchos como simplemente una marca de ropa, traicionando los principios que le llevaron a ser una de las marcas más reputadas dentro del mundo del Hardcore: el montaje de fiestas y la edición de recopilatorios.

Siendo justos, en este año de pandemia, Thunderdome había prometido a sus acólitos organizar un festival en el RAI de Ámsterdam por todo lo alto. Un evento capaz de albergar a 45.000 personas como fue el último y juntando a la crème de la crème de la escena. Desgraciadamente como os imagináis, dicho evento no pudo tener lugar «gracias» a las restricciones que muchos países sufren y que se han cebado en especial con el país de los tulipanes. Ojo, un evento vendido al completo pocas horas después de su anuncio.

Con motivo de dicho festival, los chicos de ID&T Thunderdome decidieron también recopilar y dar testimonio de la música actual qué más se escucha de los artistas más punteros acompañado de una tirada de merchandising qué como viene siendo habitual, ha sido objeto de deseo de los coleccionistas de la marca del brujo. Resulta asombroso ver cómo los pedidos de objetos de toda índole relacionados con esta marca se publican en las redes sociales sin ningún tipo de pudor, y no hablamos de pedidos pequeños, hablamos de pedidos que pueden incluso llegar a los centenares de euros, alimentando el deseo y la especulación hasta un punto en mi opinión enfermizos.

Y es que a pesar de que me resisto a opinar muy fuertemente sobre el coleccionismo de expositor, me sigue resultando fascinante el mundo completista en el que se ha convertido la adquisición de todo lo que Thunderdome ofrece, sea bonito, sea feo, sea horroroso o sea irrelevante, incluso aunque sea algo que ya no representa a lo que en su día fue esa marca. El montaje de la web, con colas virtuales, para satisfacer la altísima demanda de estos objetos es digno de admirar, ítems que en muchos casos se agotaron en las primeras horas y que ya se pueden encontrar a precios desorbitados en los habituales mercados de segunda mano (bueno, se venden nuevos, tal cual se compraron), mientras muchos aficionados se han quedado con las ganas. La especulación es algo a lo que debemos ya acostumbrarnos (más que habitual por ejemplo en vinilos) y que resulta difícil de evitar (aunque creo que algo más se podría hacer).

Dejo a vuestra elección ese corte del recopilatorio que más os guste. He de reconocer que algunos de mis tracks favoritos de este año están incluidos en el recopilatorio, un año por otra parte que no ha sido especialmente productivo en cuanto a música se refiere, probablemente motivado por la falta de festivales ya que muchos de los artistas habituales en recopilatorios como Thunderdome o Masters of hardcore, entre otros, son los que suelen copar a su vez los mejores y más multitudinarios festivales europeos. El pez que se muerde la cola.

Además este año nos trae también un himno para este recopilatorio y el que iba a ser el festival. Un himno que ha producido ni más ni menos que uno de los productores más idolatrados por el círculo más comercial, paradójicamente uno de los productores que los aficionados al circuito más underground tenían – y lo digo en pasado – más en alta estima como es el señor N-Vitral. A pesar de que el himno es un prodigio en sound design, y de evocar tiempos pretéritos con algunos de sus sonidos, enseña lo que hoy se produce en la escena más comercial. Y es que no nos olvidemos que Thunderdome es probablemente la marca más comercial, que más vende y que más publicita la escena hardcore, con todo lo que eso significa de bueno y de malo.

El recopilatorio en líneas generales no engaña a nadie, hace un recorrido por lo que puedes esperar del terreno más comercial del Hardcore, con alguna pincelada y guiños al circuito más industrial e incluso más Terror. El Uptempo y el Frenchcore no hacen una aparición muy relevante, aunque bien es cierto que el Hardcore en general ha subido de bpms últimamente y esos ¿géneros? ya los veo algo en declive… percepción personalísima. Como nota curiosa, comprime 24 temas en cada CD, lo que para asomarse a ciertos temas está bien, pero impide el disfrute y la evolución de algunos de ellos(maldita manía de los Radio Edits) llegando incluso al ridículo de meter apenas dos minutos de algunos de ellos. Ganas de contentar a todo el mundo, imagino. Como dato curioso, cierran ambos CDs dos veteranos del sonido más rápido holandés, como son Drokz y Akira.

Y tú, ¿Qué opinas del nuevo CD Thunderdome? ¿Has comprado el recopilata? ¿Y merchandising? … yo si…

Picturizados

El otro día hablando con mi amigo Priego, me sugirió una tema para una nueva entrada del blog: ¿porqué no una entrada hablando de los picture discs que han salido recientemente? Pues recojo el guante…

Resulta que los picture discs – o discos ilustrados (el nombre me parece de un pedante terrible) – se remontan a los inicios del siglo XX, como bien reza la entrada de la wikipedia. No os quiero dar la brasa sobre su historia ya que para eso están otras webs más sesudas, pero es cierto que con el resurgimiento del vinilo como formato, las ediciones de colores, los discos splattered (salpicados) o los picture discs, disfrutan de una notoriedad nunca antes vista. Para los melómanos más sibaritas, un picture disc siempre se ha asociado a un audio de baja calidad. Queda claro que el proceso de fabricación afecta al sonido en si, ya que un picture no es más que un bocata de materiales sobre una imagen, por lo que las virguerías en la fabricación están limitadas al propio concepto. ¿Suenan peor que un vinilo normal? Mi experiencia me dice que si, aunque reconozco que los últimos suenan bastante mejor aunque, como otros señalan, quizá se deba a una mejor masterización del original (en el caso de reediciones).

Además, en el caso de la música electrónica, y más concretamente cuando hablamos de pinchar vinilo, el uso de picture discs es más engorroso, en mi caso los encuentro difíciles de pinchar por su extremada rigidez y por lo difícil que resultan a la hora de buscar el surco, algo de lo que también adolecen las ediciones en color. Soy de la opinión que el vinilo (para pinchar) ha de ser negro, a juego con el oscuro ambiente de cualquier sala que se precie (y a ser posible de 12 pulgadas).

Pero…

¡Ah!, siempre hay un pero. Y el pero es el coleccionismo. Mi lado coleccionista trempa cuando aparece una edición «rara». En esta categoría entran cosas como los 10 o 7 pulgadas, ediciones en color, tipo splattered o marbled, discos con formas raras y, como no, los picture-discs. Uno de los primeros que adquirí, reconozco que de una manera algo compulsiva, fue el primer Bzrk, en una época en la que los discos de este tipo no eran muy habituales.

Me resultaba hipnótico ver girar el disco en mi Technics Acoustic Control. Mi éxtasis adolescente, la calidad musical y lo majestuoso de lo visual, eran la combinación perfecta. Poco después salió el tema por Pengo y dejé de pincharlo, y sólo volvió a salir de su funda (¿?) para exhibirlo en fiestas puntuales. Y es que creo que ahí está el punto de los picture discs: exhibirlos. Algo habitual en discotecas particulares es ver expuestos los picture, muchas veces en los marcos de una famosa empresa de muebles nórdica (por no decir Ikea) sólo para un disfrute visual, una evolución del placer de husmear las portadas, reconocido como uno de los mayores placeres del coleccionista vinílico, un todo en uno. Difícil de entender por alguien que nunca ha adquirido un solo vinilo.

La actualidad

Pero la excusa de esta suerte de historieta es comentar que últimamente, nuestros pedidos vinílicos suelen venir surtidos de varios pictures. Especialmente activo está el colectivo Kowa, responsable de la manufactura de varios de los últimos picture que se han incorporado a mi colección (y otros que no, pero no por ganas). Especialmente reseñable por lo inédito, es el último vinilo del sello Ruffneck Records.

Un disco cuyo elemento musical ya es suficiente excusa para su adquisición, ya que incluye una destacable cara B, pero que creo que «gracias» a ser un picture con el logo del sello, incluso en dos «sabores», ha hecho que el público Gabber agotara el producto en cuestión de horas. Algunos incautos como un servidor dejaron pasar la oportunidad de comprarlo por considerar (en mi caso) que pagar la pasta del vinilo y el porte era caro, a pesar que en el momento de escribir estas líneas, semejante vinilo se vende por no menos de 100 pavos en Discogs. La locura (y la especulación).

No todo es Ruffneck

Otros ejemplos recientes incluyen la picturización de reediciones o compilaciones de temas «antiguos», como el picture de Point. 44 de Demonax, vinilo que jamás vio la luz por el sello de Jordens y del cual existen pocos white labels y menos ediciones con portada (algunos dicen que apenas 10). Un vinilo que recupera temas que sin duda merecían ser planchados en el formato sónico por antonomasia. Además, la gente de Kowa ha «resucitado» el sello Gabberhead, con un fantástico vinilo (tiene una cara A espectacular), sello que parecía apostar de manera exclusiva por el formato digital (con un excelente catálogo por cierto), pero que afortunadamente, tiene una suerte de sampler en este vinilo realmente destacable.

Por último, otro que se ha subido recientemente al carro de producir y planchar vinilo es el gran Rob Fabrie, resucitando su célebre alias Dj Waxweazle. Su sello nuevo, Waxwzl Records (imagino que no pudo recuperar el nombre de ID&T de su marca original) se inauguró con un llamativo picture que también se agotó en seguida. Incluso Rob Gee, con la excusa de celebrar 25 años de su «Ecstasy, you got what I need» o Megarave Records han planchando sus respectivos picture discs. A continuación os dejo una galería con sus espectaculares diseños.

The Third Movement

Otro sello que recientemente se ha apuntado a las reediciones de clásicos es el de Mr Sebas Promo, con sendos picture discs de dos de sus sagas más icónicas en The Third Movement como son una selección del celebrado álbum de Promo «Last man standing» o una selección de la saga Ltd de Catscan que resultan en este «Catscan classics». Difícil poner una pega al contenido sónico de ambos vinilos, puntales del sonido millenium y desde mi punto de vista, verdaderas obras maestras de estos dos productores holandeses, Promo y Catscan. No me extrañaría que viniesen más, dado el éxito de ambos.

Los icónicos

No me gustaría acabar la entrada sin recordar algunos de los más icónicos picture discs que han marcado la historia de los coleccionistas de vinilos (al menos la mía), de sus sellos y de sus artistas.

Detrás de semejante terror musical se encuentra ni más ni menos que PCP, aunque su mayor mérito es haber aparecido en un Thunderdome y de haber sido pinchado en Lloret de Mar incontables veces. Mediocre tema que queda para la posteridad en este picture de una sola cara.

El final de una serie de vinilos experimentales dentro del género. Su «Nightmares are reality» es todo un clásico del estilo, pero merece la pena escuchar el resto, incluyendo este picture de la genial formación alemana C-Tank.

El sello de Weirdo no se quedó sin su picture de remezclas para celebrar su décima entrega. Un disco de remixes con un artwork sensacional… ¡y vaya remix de Buzz Fuzz!

Otro sello de ID&T, en esta ocasión capitaneado por The Prophet, lanzó su linea Limited que empezó (y casi acabó) con este picture disc que tiene excelentes temas de la época más productiva (y Happy Hardcore) de Dov.

Otro de los picture que causó sensación en la primera época del que más tarde llamaríamos Millenium Hardcore, con temas que triunfaron y de qué manera en España. Podríamos decir que fue la carta de presentación de Endymion, y uno de sus últimos hits antes de tomar otros derroteros.

El final de Bloody Fist, el enorme sello australiano, hogar de los irreverentes Nasenbluten, tuvo forma en este original picture disc que además viene cortado con la forma del puño sangriento. Espectacular final a un sello absolutamente imprescindible para entender como se las gastaban en nuestras antípodas.

Y qué decir de este «reloj». Qué decir de esta calavera. Probablemente el mejor año del Gabber holandés (en mi opinión), con producciones de un Dreamteam en pleno apogeo, en un par de megamixes que a muchos marcaron, y en un picture con un diseño que muchos calificamos como uno de los mejores diseños de un Thunderdome. Decidieron poner números romanos en la cara B, lo que ha provocado que los orgullosos poseedores de éste vinilo lo utilicen para recordar la hora en sus habitaciones. Se hicieron otras versiones, pero ésta es la más icónica de todas ellas. Vinilo imprescindible… y caro.

Picturízate

Así que ya sabes, como dije, uno de los efectos colaterales del resurgir del vinilo, la resurrección de los picture discs, los vinilos ilustrados, vinilos que además de ser escuchados, merecen ser vistos, expuestos, compartidos, comentados. No pasa el tiempo por ellos, son atemporales… hasta que les pones la aguja encima.

2020. Un buen año

No, no me he vuelto loco. El año que pasará a la historia por ser de los peores de la era moderna y que ha provocado tanta desdicha, dolor, muerte… nos deja algo positivo. Y como éste blog va de música, pues he de decir que 2020, en lo musical, ha sido un buen año, mejor de lo que se podría anticipar hace sólo unos meses.

El criterio que uso para justificar mi evaluación anual es tan arbitrario como otro cualquiera: cuanta música ha pasado a formar parte de mi colección este año que ya hemos cerrado. Y aunque el número no es algo comparable a mis años más coleccionistas e incluso algo menor que 2019, he de decir que los números, siempre influenciados por la pandemia, son reveladores. Sobre el centenar de vinilos y otros tantos en formato sólo digital han captado mi atención. No soy un devorador de música ya que tengo mis preferencias, pero sí me gusta ir escuchando de vez en cuando todo tipo de subestilos dentro del género Hardcore. Sirva como aperitivo este tema para amenizar la lectura del siguiente párrafo:

The Dj Producer – Can’t describe it (Finally)

Han habido dos vertientes claramente diferenciadas este año 2020: por un lado, el circuito comercial ha congelado sus lanzamientos, no han habido festivales en los que mostrar esas producciones y eso ha provocado que grandes nombres de la escena hayan preferido reservarse para mejores tiempos. Otros directamente siguen repitiendo la misma fórmula. Es posible que más de uno diga que «reservarse» no puede describir al hecho de que MOH haya editado más una treintena de referencias digitales, por citar el sello referencia de la corriente mainstream. En cambio, en el circuito más underground, ha pasado justo lo contrario, vemos artistas que han aprovechado para editar más material que nunca, uno de ellos es el gran Luke a.k.a. The Dj Producer, que ha tenido tiempo de editar varios temas, algunos vinilos y además se ha descubierto como un gran radio Dj en su celebrado Confirmed Signals en Prspct Radio. Mención especial a su triple vinilo Doomsday Expanded Redux que supone la vuelta de «su» sello Rebelscum.

Y ya que menciono Prspct, merece la pena enfatizar su labor por ser uno de los colectivos que más y mejor ha amenizado las veladas en casa, ya sea con sus sesiones diarias en la época más dura del confinamiento o por su compromiso con la edición de formato físico de la música más extrema. El ritmo de edición no ha sido el del 2019, pero ha editado más de media docena de plásticos entre los que se encuentra el fantástico álbum de Dolphin. Espero poder diseccionar en profundidad ese álbum ya que probablemente sea, en mi opinión, el disco del año.

Dolphin – Ebbs

Y es que Prspct fue de los primeros colectivos en ofrecernos streams de sus artistas casi de manera diaria, actividad a la que pronto se sumaron otros artistas y que ya consideramos como habitual en nuestras redes sociales (incluso nosotros hemos participado de esta corriente, puedes echar un ojo en posts más antiguos). Ellos fueron pioneros e incluso han creado una plataforma para ofrecer contenido musical exclusivo como es Prspct Radio. Grandes.

Otra de las grandes noticias de este año ha sido la vuelta al ruedo de Marc Acardipane, o mejor dicho, la vuelta al mundo del vinilo de su antológica discografía. Nada más y nada menos que siete vinilos con remásters de muchos de sus temas clásicos e incluyendo remixes que… bueno, cada uno verá, pero en mi opinión, innecesarios. Podéis encontrar más en su Bandcamp. No todo han sido replanchas y remixes, ya que parece que puede volver a producir Hardcore…

Marc Acardipane – Rave or die

Y aprovechando que Marc pueda haber sido una inspiración para el sonido más oscuro que pueda haber en el Hardcore, el Doomcore, ha contado entre sus sellos más destacados los proyectos de Traumatic, Dark Impact o Dark Descent, con un ritmo de edición remarcable. Me permito destacar trabajos como el álbum de Sacerdos Vigilia por Meta4, o el gran EP digital de Neurocore por el sello de Fracture 4, Love Hz. Una pena que muchos de estos sellos sólo se dediquen al lanzamiento de formato digital porque estoy convencido que muchos pasaríamos por caja ante ediciones físicas de varios de estos lanzamientos.

Neurocore- Atlantis

En el grupo de sellos de los que me declaro seguidor incondicional tanto por su calidad como por su apuesta por la edición vinílica, se encuentra la incombustible Deathchant, con un Hellfish más en forma que nunca (aunque su King of Ironfist pueda ser considerado un disco de 2021). Destacan el fantástico álbum de Dataklysm y el vinilo de Hellfish junto a The Teknoist. En un terreno más Gabber, destaca Mokum donde parece que además de seguir ofreciendo un repertorio digital considerable, han vuelto a editar varios vinilos, varios de ellos excelentes, incluido uno de Nordcore GMBH, probablemente una de las vueltas más sonadas de la escena, no sólo por ese vinilo por Mokum, sinó por un álbum repleto de temas de la factoría Marco Hartmann. Otros sellos como Ruffneck, DHM, S.O.D.O.M., Terrornoize Industry o Little Magic Bastard y Gabbadome, entre otros, contribuyen a que los más nostálgicos del coleccionismo sigamos viendo crecer nuestras colecciones a buen ritmo, algo de agradecer y que desde aquí apoyamos sin duda alguna. De hecho, es probable que te sea muy difícil acceder a esta música sino adquieres los vinilos…

En el terreno digital la cosa es más extensa. Hay buen material, muy bueno de hecho, pero hay que estar atento para que no se pase de largo en tu servicio de streaming favorito y se conviertan en temas de usar y tirar. Temas como el de Mindwalker y Broken Code que os he compartido o temas de Dustrializer por Oblivion Underground e Industrial Strength son dos ejemplos de temazos que se me vienen a la cabeza y que merecen ser escuchados y disfrutados.

Dustrializer – Unheard

Sé que me dejo infinidad de sellos y temas que mencionar de este año 2020, pero hay una mención que no se me puede pasar. Y es que 2020 nos ha dejado un nuevo Thunderdome: High voltage.

y aquí su tema insignia por el gran Ophidian.

Ophidian – Electric Renonance

Soy de los que considero que Thunderdome vive de nombre y de leyenda y no ha sabido capitalizar el estilo como hizo en su día. Otra cosa es la fiebre que genera solo mencionar su nombre. Pero es significativo que 2020, el año sin festivales, haya visto la luz de semejante producto que recupera el espíritu de los recopilatorios de antaño sin pretender ser un sucedáneo de Masters of Hardcore, apostando por la edición del recopilatorio en formato físico. El contenido queda a criterio de cada uno pero mantiene un equilibrio entre el estilo más comercial y el que va un poco más allá, como siempre ha intentado hacer y que tan buenos resultados le ha dado hasta la fecha.

Esperemos que 2020 haya sido un año único y este 2021 que empieza sea mejor en muchos aspectos en los que este blog no entra a discutir. Bueno, uno si. Mucha gente no merece seguir como hasta ahora, y es especialmente criticable la situación del mundo de la noche y de los festivales, discotecas y vinculados, alrededor de todo el mundo. Muchos de nosotros ya estamos más de espectadores en la distancia de este mundillo, pero nuestra afición se nutre de gente que vive de la maquinaria que ahora mismo está parada, por lo que cuanto antes se recupere la normalidad, antes podremos disfrutar de la música que se ha editado este año pasado en unos buenos sound systems, en un buen festival, en una buena discoteca o rave, junto a la gente que comparte nuestra pasión.

Bienvenido 2021.

Diario de un coleccionista – Diciembre 2020

Una de mis debilidades, a la par que reconocido defecto, es la de ser un coleccionista empedernido. No me considero un completista enfermizo, pero si que disfruto con la adquisición de cada uno de los vinilos (y en menor medida CDs) que van engrosando mi modesta colección mes tras mes. Y para homenajear a esos plásticos que van llenando mis estanterías, y hacer que éstos no se conviertan en meras piezas de exposición, inicio una serie de comentarios que buscan también recuperar una de las secciones tradicionales de la web desde sus inicios: el comentario y revisión de mis últimas adquisiciones. Elegiré varias piezas en cada edición de este particular diario, que no siempre serán productos recién editados, sino que me permitiré opinar sobre otros productos más viejunos que merecen ser recordados en este humilde blog.

Lockjaw – The plastic Men!

El primero de los vinilos que pasarán por mi crítica es la nueva edición de Lockjaw en la que es su vuelta al sello que le dio a conocer allá por 1994, Ruffneck Records. Y es que Bas Booms vuelve al sello de Patrick van Kerckhoven para volver a mostrar buena forma en el estilo que le dió fama con temas como «Ruff’n Ruggin» o «Deep in the underground», probablemente sus dos temas más famosos, en gran parte gracias a su inclusión en el todopoderoso recopilatorio Thunderdome. Una pena que tras tres vinilos por Ruffneck Records llegó el silencio absoluto del artista… hasta 2015, donde Painbringer recupera al hombre con un fantástico vinilo con temas que no sé si asegurar que fueron producidos a mediados de los 90 y planchados en 2015 o eran de nueva factura.

Sea como fuere, 2019 nos trajo de vuelta a Lockjaw en Ruffneck Records pero no ha sido hasta este 2020 cuando podemos volver a disfrutar del productor con un vinilo enteramente producido por él. Se trata de un «4-tracker» que vuelve a recuperar la esencia de los tres primeros vinilos por el sello de Ruffneck, esto es, grandes bombos 909, sintes pulsantes, voces «hiphoperas» y los siempre interesantes breakbeats que eran protagonistas en sus temas de antaño. El tema que da nombre al disco es «The Plastic Men!», donde gran parte del protagonismo recae en el sinte percusivo del primer drop y el piano del segundo. Monótono y efectivo a partes iguales. «The license» en el A2, repite la misma fórmula que el A1, cambiando el sinte por una secuencia más Juno, más Ruffneck, menos Lockjaw… funciona perfectamente pero me sigo quedando con el A1. En el B1 está el que creo que es la joya de este vinilo: «Monsters & Heroes». En esta ocasión, Bas opta por un bombo más corto y un ride en la contra, con el bajo también en la contra para buscar un rollo más trancero. El parón coral con voces susurradas es el perfecto anticipo para la melodía, de programación no excesivamente compleja, pero bien ejecutada, hipnótica, uplifting que busca a partes iguales buen rollo y agresividad. No necesita más el tema que repetir casi hasta el final esa melodía, con una percusión bien posicionada en la mezcla que acompaña perfectamente al conjunto. Gran tema.

En el B2 encontramos una revisión de su «The Point», editado en 1995 en un gran vinilo también por Ruffneck Records. He de reconocer que en su día se me fueron los oidos al «Doodlesex» y presté menos atención al resto de cortes de ese vinilo, pero eso no quiere decir que no fueran grandes temas. El original sigo pensando que es mejor que esta versión, ya que la nueva pierde el segundo drop de aquél y no añade más que recuperar la (genial) melodía del original. Probablemente seguiré pinchando el original de 1995, pero sirva la reversión para recuperar esa fantástica melodía perdida en mis estanterías.

En resumen, siempre es un placer volver a escuchar a Lockjaw en mis platos, y más si es ofreciendo un producto de semejante calidad, de donde destacan los dos de la cara A si buscas al Lockjaw más habitual y predecible (que no malo), pero que si le das la vuelta al vinilo te toparás con un enorme corte Hardcore-trance de lo más recomendable.

Thunderdome never dies

Estuve a puntito de escribir una entrada dedicada al documental que ID&T (si es que todavía queda algo de esas siglas) hizo de Thunderdome a finales del año pasado. No entraré en detalles de dicho documento audiovisual, ya que probablemente escriba esa entrada en el futuro, pero si quería mencionar este producto que editó The Third Movement y que son nada más y nada menos que tres vinilos enfundados en una fantástica portada tipo carpeta que se abre en tres para mostrar fotos de la última fiesta Thunderdome celebrada en el RAI de Ámsterdam. Sacar el segundo vinilo se me antoja tarea complicada debido a su disposición en medio de la carpeta, lo que te obligará a sacar el vinilo de la portada si quieres pincharlo de manera habitual.

El producto recupera temas míticos de los Thunderdome en sus dos primeros vinilos y un último con temas de Promo. A pesar del esfuerzo de Promo en incluir sus temas, mucho me temo que pocos buscarán este producto por éste último vinilo. De hecho, he de reconocer que a puntito estuve de pasar de adquirir éste producto hasta que vi en Discogs la duración de uno mis temas favoritos…

¿¿¿Más de seis minutos de «The Thundertheme»??? Jamás escuché una versión tan larga, ni en el vinilo del Thunderdome VIII, ni en el editado por Steel Wheel. Eso me empujó a acudir a la web y dar rienda suelta a la VISA. Y ya me pareció caro al comprarlo en la web de TTM, pero ahora los precios ya rozan el ridículo, algo que por otra parte pasa con todo lo que tenga que ver con el wizard. Supongo que el hecho de incluir dos grandes temas de 3 Steps Ahead como «Drop it» y «In the name of the love» tienen gran parte de la culpa, ya que los originales están a precios prohibitivos en el mercado de segunda mano. Como anécdota, el tema «Fuck Them» de Human Resource, aparece como «Sick»… sigo a la espera de saber porqué. Efectivamente el tracklist es correcto, mi error ha sido debido a que en la lista de temas en digital aparece también el «Fuck them».

No te sabría decir si merece la pena hacerse con una copia de este triple vinilo. Probablemente sea una manera de adquirir tres/cuatro temas en un vinilo nuevo y que no suene a fritura buena si consigues a precio razonable alguno de los originales y que estén en un estado también razonable. Otra cosa es que quieras obtener (como yo) el «Thundertheme» de seis minutos, ya que no hay otro producto que lo incluya. Otro día os comentaré que me parece el documental y lo que se muestra allí y sobre la inclusión en este triple vinilo de un tema que si bien es un temazo, no tiene cabida, en mi opinión, en un recopilatorio que homenajee a Thunderdome y su trayectoria. ¿Adivinas cual puede ser?

Tributo a Charly Lownoise & Mental Theo

Una de las entradas más celebradas del nuevo formato blog de The BaszDrome ha sido la de la sesión de Scorpia de Charly Lownoise y Mental Theo en su por entonces recién estrenada serie The lost tapes. Parte de la culpa de ese éxito fue el punto nostálgico de recordar los temas de dos auténticos exponentes de lo que fue el movimiento Gabber holandés. Escuchando dicha sesión unos cuantos dijimos ¿ y si se grabara una sesión de tributo? Sirva la excusa para rendir un merecido homenaje a estos dos fenomenales productores y a su extraordinario legado en forma de sesión tributo que os comparto a continuación (descargable).

Da BaszMo – Tribute to Charly Lownoise & Mental Theo

La historia de estos dos Djs y productores holandeses nace curiosamente en una fiesta en Utrecht sobre Mallorca, lugar donde ambos ya habían pinchado anteriormente como reza su perfil de Discogs. Ramon Roelofs (Charly Lownoise) y Theo Nabuurs (Mental Theo) decidieron entonces formar pareja artística en una simbiosis rítmica que dio inmediatos éxitos en la por entonces incipiente escena Hardcore Gabber holandesa.

Charly Lownoise & Mental Theo

Charly ya había fundado Master Maximum Records en 1992 pero solo le dio tiempo a editar un par de vinilos en solitario (aunque el segundo ya cuenta con un remix de Theo) antes de que la pareja ya fuera responsable del catálogo del sello. Les bastaron pocas referencias para incluir sus temas en infinidad de recopilatorios de la época y fueron habituales en los primeros Thunderdome, además de quedar para la historia su antológico House Party 10 junto a The Dark Raver, y de convertirse en protagonistas de las sesiones de la época e incluso llegando a copar listas de éxitos en Holanda. Además, hicieron un Live-act denominado «Speedcity» que se prodigó por las fiestas más importantes de la época.

Pero llegó 1994 y les arrolló el movimiento Happy Hardcore. Empezaron a incorporar melodías más comerciales a sus producciones, dejando cada vez más de lado el componente más salvaje que les hizo populares. El track «Wonderful Days» puede ser considerado como el punto de inflexión en su carrera discográfica, un tema que fue un éxito en el viejo continente pero que fue el inicio del fin de su trayectoria, no porque no hicieran más música (que lo hicieron hasta prácticamente el 2001) sino porque nunca volvieron a tener el éxito que tuvo éste u otros temas anteriores.

Charly Lownoise & Mental Theo – Wonderful days

Leí una vez que también tuvo mucho que ver la decadencia de la escena Gabber en lo referente a drogas y la disminución de la edad que acudía a las fiestas para inclinarse por producir una línea más comercial. O directamente se aburrieron del éxito en el círculo más underground. O quien sabe lo que les pasó por la cabeza. Siguieron produciendo algo de Gabber hasta 1996 pero se notó que habían movido su foco al Happy Hardcore. En la actualidad se dejan ver aún en actuaciones a dúo o en solitario, casi siempre recordando su etapa más comercial.

De todas formas, siempre he considerado oro su primer material discográfico y es público mi amor incondicional por muchos de sus temas, y es que muchos de ellos residen en mi Top 10 particular. Razón de sobra para dedicarles una sesión de tributo, totalmente improvisada y prácticamente en su totalidad a vinilo (algo que no se disimula en absoluto en varios tramos de la sesión). Me he centrado en sus temas más Hardcore y sus remixes más duros de los temas más comerciales, obviando los últimos temas, algunos de ellos totalmente prescindibles a mi juicio. No obstante puede que me haya dejado algún que otro tema, pero creo que lo aquí compartido hace justo homenaje a uno de los mejores dúos de la historia del Gabber holandés. Disfruten.

Tracklist:

  1. Gladiators & Slaves ‎– Speed City
  2. Fiamma- Festa Italiani
  3. Charly Lownoise – I miss Jimi
  4. Bardot – Viva la revolution
  5. T.N.T. – Better than better (CL & MT Remix)
  6. Charly Lownoise & Mental Theo – The introduction
  7. Ramirez – El gallinero (Axis Remix by Charly Lownoise & Mental Theo)
  8. Charly Lownoise & Mental Theo – Go Down
  9. Charly Lownoise & Mental Theo – Wonderfull Days (Rotterdam Mix)
  10. Charly Lownoise & Mental Theo- Are you ready
  11. Charly Lownoise & Mental Theo – Live at London
  12. Charly Lownoise & Mental Theo – Verrotted
  13. Charly Lownoise & Mental Theo – Live at London (Dj Paul Remix)
  14. Charly Lownoise & Mental Theo – Dj Fuck
  15. Charly Lownoise & Mental Theo _ Harm Me
  16. Charly Lownoise & Mental Theo – Motherfuck (Loempia EP)
  17. Charly Lownoise & Mental Theo – Hardcore Feelings (Frank-E & Mars-L Remix)
  18. Charly Lownoise & Mental Theo – Can you feel it
  19. Crowd Control – Transformer (Charly Lownoise & Mental Theo Remix)
  20. Charly Lownoise & Mental Theo – 1,2,3 for Germany
  21. Charly Lownoise & Mental Theo – Direct from Brooklyn
  22. Charly Lownoise & Mental Theo – Speedcity (Frank-E & Mars-L Remix)
  23. Charly Lownoise & Mental Theo – The Bird (Brothers in Crime Remix)
  24. Charly Lownoise & Mental Theo- Verroted (The Stunned Guys Remix)
  25. Charly Lownoise & Mental Theo – Berlin Kick’m
  26. Bunkor Beats – This is wicked
  27. Charly Lownoise & Mental Theo – The ultimate sextrack
  28. Charly Lownoise, Mental Theo, Rob Gee & Repete – Riot in N.Y (Mental Lownoise RMX 2)
  29. Charly Lownoise & Mental Theo – The Bird
  30. T.O.P.D.R.O.P. – Achtung! (Charly Lownoise & Mental Theo Remix)
  31. Charly Lownoise & Mental Theo – Tiroler Kaboemsch
  32. Charly Lownoise & Mental Theo – Together in Wonderland (Live at the toilet Mix)
  33. Charly Lownoise & Mental Theo – Bang to the beat
  34. Obsessive – Turn in, tune out (Charly Lownoise & Mental Theo Remix)
  35. Charly Lownoise & Mental Theo – Stars (Hardcore Mix)
  36. Charly Lownoise & Mental Theo – Rebel (Live At The Metropolis Mix)
  37. Charly Lownoise – A whole lot of Lownoise (Theo’s Mix)
  38. Charly Lownoise & Mental Theo – Pussy
  39. Charly Lownoise & Mental Theo – Lesnath
  40. Bunkor beats – Mental Atmosphere

El poder de la selección (musical)

Hace unos días, en pleno confinamiento, quedamos unos pocos amigos en casa para echar unas mezclas, recordar viejas batallas y disfrutar de unas cervezas siempre respetando las medidas de seguridad. Una de nuestras conversaciones favoritas es como nos enganchamos al mundillo del Hardcore, o si me apuras, a la música electrónica en general. Ah! Qué gratificante recordar aquellos tiempos… Es una reflexión de alguien que tiene ya una edad y quizá lo que aquí se relate, carezca de sentido para mucha gente, así que pido disculpas por adelantado.

Mis inicios

En mi caso particular puedo decir que mi primer contacto con la música electrónica fué a través de dos recopilatorios: el primero de ellos, el Bolero Mix 8

Portada del Bolero Mix 8

Resulta que en una de mis incontables visitas a El Corte Inglés (omito el enlace adrede) con mis padres, aparte de acercarme a la sección de cómics y echarle un ojo a alguno de ellos, tenía la manía de pasarme por la sección de música, ya que en aquél entonces, los primeros CDs estaban disponibles para su escucha en aparatos que debían ser un discman enjaulado en un expositor que anunciaba la portada y unos grandes botones para ir pasando de pista.

Recuerdo que a los críos (yo lo era por aquél entonces) nos flipaba ponernos los auriculares, muchos de ellos en estado deplorable, y dejar que sonara música. De hecho la música era lo de menos, lo de más era aislarse en la música, normalmente con una calidad suprema, a pesar de los auriculares, ya que muchos no disponíamos de reproductores de CD y no estábamos acostumbrados a escuchar música con tal nivel de fidelidad. Eso hizo que me hiciera con una copia en vinilo del Bolero Mix 8, ya que o era en cinta de cassette o en vinilo ya que en casa no disponíamos de otra cosa para escuchar música. No fué mi primer vinilo ya que antes me había hecho con algún disco de Hombres G, pero esa es otra historia…

El tema es que ese recopilatorio removió algo en mi. Y curiosamente no fue el increíble Megamix de Quique Tejada o la inclusión del «Así me gusta a mi» del gran Chimo Bayo. Si me tuviera que quedar con un tema, me quedaría con el «Last Train to Transcentral» de KLF, pero fueron muchos (sino todos) los temas que resonaron en la cadena Hi-Fi del comedor de casa, para «disfrute» de los vecinos.

El otro recopilatorio que me inició en la electrónica fue el Maquina Total 3, un recopilatorio que llegó a mis manos en forma de cinta de cassette en una gasolinera entre Albacete y Barcelona, en uno de esos viajes veraniegos al pueblo de mis padres. No era consciente del contenido de esa cinta hasta que acabó en el coche para desdicha de mi familia. Sonó incontables ocasiones, probablemente hasta el límite tolerable por mis padres, pobres, no sabían lo que les iba a venir encima. Dicho recopilatorio tuvo una enorme repercusión, mucho mayor que sus dos anteriores ediciones, sobretodo gracias a la inclusión en su portada de un Terminator, ya que por la época se había estrenado la película con mismo nombre. Incluso recuerdo los anuncios por la tele… aisssss…

Tras éstos dos vinieron muchos más, pero guardo un cariño especial por sendos recopilatorios, dos sagas que, dicho sea de paso, son historia viva de lo que muchos jóvenes españoles de la época empezaban a mamar musicalmente.

Djs, A&Rs y derivados

Y vosotros estaréis pensando… ¿realmente a qué viene esta historieta? Pues viene a que en esa reunión de amigos y en otras de conocidos, familia y desconocidos, siempre acabamos confesando que nuestra iniciación en el mundo de la electrónica venía propiciada por la adquisición (o escucha) de una recopilación o bien por la escucha de según qué material en determinada emisora de radio. Ya he confesado anteriormente el enorme impacto que tuvo en mi la escucha de programas de radio como It’s your time comandado por Toni Peret, Ponte a top de Quique Tejada, o incluso World Dance Music de Fernandisco. Tanto los recopilatorios como los programas de radio tenían alguien detrás que se encargaba de la selección de la música que se iba a incluir en ellos. Tenían el poder de la selección (musical).

Resulta que ese poder era algo que podía llevar a un producto al más absoluto fracaso o encumbrarlo a lo más alto. Y esa selección tenía un impacto brutal en cómo la gente se acercaba a determinados estilos musicales. El público en general no gozaba de la posibilidad de escuchar TODA la música del planeta, y estos – A&Rs, DJs – permitían seleccionar, escoger entre la inmensidad del océano aquellos tracks que ellos consideraban los mejores, los que mejor acogida tendrían, los que mejor encajaban con los tiempos. Pero fuera de lo obvio, tenían una responsabilidad a mi juicio enorme, que era la de guiar a su público, educarles, enseñar un poco más allá de los límites del estilo para empujar a ese público seguir indagando, buscar su propio espacio en el enorme y variado mundo musical.

Esa guía permitía diversificar productos a las discográficas e incluso a las emisoras de radio, creando nuevos programas, nuevas sagas discográficas, nuevas, en definitiva, propuestas para el público mayoritario. Estas propuestas no iban a contar de inicio con el apoyo de la corriente mayoritaria (o mainstream) pero el potencial de explotación era (y sigue siendo) enorme.

La actualidad

Como ya anuncié en mi prólogo, este relato es un poco de abuelo cebolleta y quizá hoy día no tiene sentido… ¿o si? Programas de radio, como diría aquél, haberlos, haylos, pero, ¿van más allá o se quedan en lo fácil, en lo mainstream? Mi opinión es que poco hay.

Recopilatorios…. quedan algunos, rarezas diría yo, muchos menos que antaño.

Diréis, con razón, que hay formatos que han suplido a los citados: mixclouds, soundclouds, podcasts, blogs, vlogs, live streams… pero, ¿realmente ayudan a la selección, a la criba de lo mediocre, a la guía, a la educación músical? Soy de la opinión que hoy en día es mucho más difícil seguir la corriente musical, algo que la pandemia está agravando. Los Djs son los grandes guías musicales, figuras actualmente silenciadas por la COVID-19. Si, algunos de ellos siguen activos ya sea en directos en remoto o streams, fiestas virtuales o barbacoas, pero mucho menos que antes del corona. Y tengo la sensación que todo es efímero, caduco…

Antaño, quizá por que había menos, por que podíamos acceder a menos o por la razón que fuere, machacábamos una y otra vez el recopilatorio de marras, hasta el punto de estropear los vinilos y los cassettes de la época. Hoy rara vez repetimos un tema «gracias» a la manera que tenemos de consumir la música. ¿Tendremos clásicos de 2020? Temas que dentro de diez, quince años se pincharán y dirás, qué tiempos… Tengo dudas.

El poder es tuyo

No tengo respuestas para muchas de estas preguntas pero si me preocupa que deleguemos en un algoritmo de (ponga aquí su servicio en streaming de música favorito) elija qué música debe escuchar el público. Sobretodo porque esa selección (musical) muchas veces está condicionada a otro tipo de intereses que nada tienen que ver con la música en si (por ejemplo, marketing).

Tengo la sensación que hemos delegado el poder de la selección (musical) en entidades que se rigen por criterios puramente comerciales y eso nos llevará irremediablemente a que las corrientes principales sean cada vez más grandes, y los nichos de mercado, más irrelevantes. Y eso, para la música extrema como es el Hardcore, es sumamente perjudicial porque va en detrimento de su creatividad, de su esencia, de su rebeldía.

¿Como podemos evitar esto? Quizá si ya estás leyendo estas líneas no seas parte del público mayoritario, ya eres un habitual en buscar y rebuscar en canales no siempre fácilmente accesibles, en buscar aquellas joyas que huyen de los servicios que la gran parte de la gente usa. Yo lo practico, uso mucho bandcamp, una plataforma que permite a artistas acercarse a su público sin el yugo que exigen otras grandes corporaciones. Participar de foros, blogs (como éste), grupos de fans en redes sociales… instrumentos que están ahí, que nos permiten acercarnos a aquello que mejor se adapte a nuestros gustos. Quizá hoy el problema es que hay mucho, muchísimo material, en ocasiones de calidad dudosa que merece que pongas quizá más atención para esa criba. En resumidas cuentas, es cosa tuya seleccionar entre la inmensa oferta musical. El poder de la selección (musical), es (y siempre ha sido) tuyo.

P.D.: Un ejemplo donde ver qué se ofrece en la vertiente más extrema de la electrónica es el programa de Simon Underground en Yotube. Merece mucho la pena.